tag:blogger.com,1999:blog-18222704.post8501829384404728009..comments2023-06-08T10:50:11.045+02:00Comments on A través del ojo de buey de Beatriz Russo: Los Fans de Mamá VacaUnknownnoreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-18222704.post-36689341678157737872008-07-07T08:32:00.000+02:002008-07-07T08:32:00.000+02:00Me ha hecho pensar más en un patio de Madrid que e...Me ha hecho pensar más en un patio de Madrid que en uno de Andalucía, fíjate. Aunque la compañía no se supiera el chotis.<BR/><BR/>La escena es de película, de la buenas películas de Bardem y Berlanga (y tantos otros). Mamá Vaca siempre transmite la sensación de que somos humanos, o de que todavía quedan algunos.<BR/><BR/>Muchísimas gracias por traerla de nuevo (aunque entiendo perfectamente a Papá Toro queriendo leer el periódico en silencio, no con todo el patio cantando a la Pantoja). Y por dedicarme la historia.<BR/><BR/>La historia de Jotabrun me ha resultado emocionante.NáNhttps://www.blogger.com/profile/07743682927093804580noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-18222704.post-70538466615157701502008-07-06T12:02:00.000+02:002008-07-06T12:02:00.000+02:00Qué bello microrrelato, Jotabrun.Afortunadamente a...Qué bello microrrelato, Jotabrun.<BR/>Afortunadamente aún quedan rincones donde no se pierden esas costumbres que nos hacen sonreír melancólicamente.<BR/>Gracias a ti.Beatriz Russohttps://www.blogger.com/profile/03192656036363523109noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-18222704.post-86415299655127504012008-07-04T19:50:00.000+02:002008-07-04T19:50:00.000+02:00Es triste que vayan cayendo en desuso algunas cost...Es triste que vayan cayendo en desuso algunas costumbres. Cuando era chaval, durante las vacaciones, no me quedaba más remedio que ayudar a mi padre en sus tareas y por un par de meses me convertía en pastor. Después de guardar las ovejas, al anochecer, no me quedaba más remedio que volver a casa atravesando la oscura y abigarrada fronda de una dehesa, justo a esa hora en que, quien haya sido niño alguna vez, sabe que se despiertan los fantasmas. Lo hacía tan rápido como me lo permitían mis temblorosos pies, pero sin tocar la tierra para nada. Eran los ecos de las canciones de aquellos pastores que se quedaban en la majada a dormir, los que me protegían y me llevaban en volandas. Sin su compañía, jamás me hubiera atrevido a coger aquel atajo solo.<BR/><BR/>Gracias por volver.<BR/>Jotabrun.Anonymousnoreply@blogger.com