jueves, diciembre 01, 2005

caballito de mar cumple años

Hoy Caballito de mar ha cumplido años y ha venido a celebrarlo conmigo desde el mar de los follones (no aquél, el otro en el que navegan los barcos de papel de un estatuto que nadie quiere, creo) y se ha metido en pleno cogollo de otro tipo de follón "gallardónico". Pero eso él ya lo sabía. Afortunadamente existe el Pez Mestre que con su voz de versos devuelve la calma al mar embravecido. Y allí donde hay corrientes que arrastran flujos contaminantes planta un árbol y de pronto el mar tiene un cielo interno donde a esos árboles sí les dejan ser estrellas o aves, o música o sólo árboles, que ya es bastante. Y creo que caballito de mar ha nadado a sus anchas, aunque sé que habría preferido tener a pez Mestre sólo para él. Le entiendo. No sabe cómo le entiendo. Pero, yo, que soy una vaca, me encuentro a mis anchas y a mis largas si estoy cerca de quienes me importan. Y allí estaba flanqueada por Caballito de mar, Musa marina y pez Fugu. Y frente a mí, mi adorado Iñaki, pez Luciérnaga, que presentaba a pez Mestre. Y entre las dos orillas una calita llena de amigos tomando el sol poético en un día tan gélido como hoy. Y a veces ocurre, que en estos mares por los que me muevo, me encuentro con otro submarino y nos alegramos haciendo sonar nuestras bocinas internáuticas e intercambiamos blogs. Santiago Tena estuvo en la otra orilla, compartiendo roca con el sol y la luna y le puso voz al poeta herido.
Y después y con dos brazadas Caballito de mar y yo nos fuimos al mar de Islandia y celebramos el final de su día en un barco capitaneado por el filólogo que le robó el cocinero al presidente. Y después, creo que hubo una tormenta y chocamos con un iceberg. Pero caballito de mar y yo salimos ilesos y mañana nos iremos al mar de la Maragatería. Lástima que no podamos jugar a que buscamos a Mestre entre los árboles y los duendes. O sí. No sé qué corrientes seguiremos. Pero, allá que nos vamos.