lunes, septiembre 15, 2008

Recital-Concierto

Queridos amigos,
os recomiendo el Recital - Concierto de Cecilia Quílez con Joan Valent y Suso Sáiz. Presentado por la poeta y dramaturga Ana Martín-Puigpelat.
Para detalles, pulsad en la invitación.

Cecilia leerá poemas de su último libro, publicado en Calambur El cuarto día. Os copio reseña aparecida en ABCD de las letras, escrita por Jambrina:

El cuarto día es el tercer libro de poemas de Cecilia Quílez (Algeciras, Cádiz, 1965), que con anterioridad había publicado La posada del dragón (2002) y Un mal ácido (2006, mención especial del Premio Francisco de Quevedo). Su reciente poemario conecta, de algún modo, con el anterior y a la vez inaugura un nuevo ciclo en su trayectoria. Se trata de un libro unitario cuyos poemas giran precisamente en torno a la idea de la resurrección, el tiempo cíclico o el renacimiento; asimismo, presenta una cuidada estructura, con un poema prólogo, tres partes o secciones («Columna de peces», «El orden de las cosas» y «Propósito de enmienda») y un epílogo, donde se hace explícito el sentido del título: «El cuarto día es el primero / después de mi resurrección. // Cantan ya los apóstoles». No son estas las únicas referencias al imaginario cristiano; en la tercera sección, por ejemplo, hay un texto titulado «Cuatro misterios y una ofrenda».

En su conjunto, estos poemas plantean una original indagación existencial, la búsqueda de un nuevo sujeto femenino, lo que implica también un cuestionamiento y una reinvención de los sentimientos («Cuántas veces cuántas tendré que decirte / que esta forma tuya de querer me está matando», leemos en «Amor letal»), así como una concepción distinta del tiempo. En el poema titulado «La invención del tiempo», vemos cómo el desajuste temporal va ligado a la propia disolución del yo: «Mi reloj no se acompasa, / va dos vidas retrasadas / y una muerte por delante. / (?) / Pasado mañana se ha quedado / leyendo los posos del futuro, / y ayer ocurrió que yo estaba / en cualquier parte. / O puede que todo esto no sea nada / porque yo ya me haya ido».

Todo ello, además, guarda una gran coherencia con su poética, expuesta de forma fragmentaria en algunos versos del libro: «Destrozas las palabras porque no las conoces. / La insuficiencia ha hecho de ti un molesto antecedente. / También es poesía lo que no consta: Reinventemos el desorden», nos dice en el titulado «Regresar desde el agua».

En lo expresivo, destacan la ironía, el irracionalismo, las imágenes visionarias («un camposanto de pájaros resucitados»), el ritmo fluido y la variedad de tonos y registros. En ocasiones, los poemas tienen un aire sentencioso; en otras, más bien onírico; en los textos más breves -algunos de ellos cercanos al haiku-, lo más relevante es su capacidad de sugerencia y el intento de fijar el instante. El resultado es un libro maduro y distinto.

Espero que lo disfrutéis.