miércoles, enero 18, 2006

La choupa polisémica


Hoy la Choupa se descojonaba contándome que había ganado un concurso literario a la mejor carta de los RRMM de nuestra ciudad. Pues ya lo decía yo, que lo del apelativo de choupa no iba mal encaminado. Quién sabe qué tentáculo le habrá quedado libre estas navidades entre pavos navideños, árboles fosforitos, turrones, cariñitos y pañales para poder dedicarle unos minutos a los RRMM del ayuntamiento. El caso es que me manda la carta y la que se descojona soy yo, me dan ganas de colgarla en mi blog. ¿A dónde irá a parar tanto ingenio desaprovechado? Pues no lo sé, pero sí sé que a partir de ahora no va a haber ayuntamiento que se resista a los escritos de la Choupa, que ya se ha lanzado y se ha dejado un tentáculo libre para estos menesteres. Es que es una choupa muy polisémica, como las vacas. La muy choupa se va a forrar. Un pellizquito al mejor relato sobre vacas fúnebres de la comarca de no sé qué pueblo, otro tanto a la mejor historia contada por lavanderas, otro de los juegos florales de no sé donde, y así hasta llegar a alguno de los nacionales, que quizás para entonces ya tenga nombre para que se lo amañen (o lo tenga yo y se lo amañe yo). El caso es que me ha hecho mucha ilusión saber que le pueden reconocer a una su talento literario, con sinceridad y honestidad, sin mediar ninguna influencia ni interés. Yo, que me presento a grandes premios de reconocimiento poético, tengo que ver cómo se lo dan al enchufadito de turno que tiene un papá con red adsl y router que lo enchufa desde cualquier sitio del sillón o a aquél que se dedica a perseguir al jurado por todos los congresos. Claro que todo tiene un precio y me imagino que como yo soy una vaca poeta, lo único que podría despertar su interés por mí serían mis tetas. Claro, que ellos no saben que a mí sólo con pensarlo se me pone una mala leche... En fin, que me alegro mucho por ti, Choupa, que me voy a dedicar al cómic y te voy a hacer superheroina.
Hoy he regresado de París con muy buen humor y he hablado con medio planeta y creo que aún estoy hablando, o ¿es mi eco? Y parte de la buena culpa ha sido de mi tripulación, unos peces muy chistosos que me han alegrado los tres días de peregrinaje, incluido el pez labia. Sin embargo, mi amigo Vila-Matas se ha quedado solo y delgado en la habitación del hotel. Creo que he
avanzado cinco páginas de Dr. Pasavento. Habría sido diferente si a Vila-Matas se le hubiera ocurrido ir de Barcelona a París (vuelo muy frecuente para él) y hubieramos coincidido. Pero no, otra vez me ha dado plantón y me he ido a pasear con mis peces chistosos por la riba del Sena, a olvidarme un poco del statut, de la ley anti-tabaco y de militares amonestados y juicios patasunos. Claro que después me voy a Barcelona y se me agria de nuevo la leche porque toda la prensa es catalana y en el vuelo de regreso de Venecia a Madrid sólo puedo darle a los pasajeros del boicot: Vanguardia, avui y el periódico o el Universal, periódico corporativo que tengo que meterle a pasajero entre los dientes aunque no quiera o no sepa español, que así lo ordena el sumo sacerdote de la aerolínea.
En fin.


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