miércoles, enero 14, 2015

Erótica para chinos







Mamá vaca no viene a mis recitales porque dice que la poesía es muy triste y a ella le gusta mucho reírse. Hija, ¿cuándo te va a dar por lo cómico?" – me suele preguntar. "Pues no sé, es que eso no es muy serio, mamá" – le suelo responder. Además, se queja de que me invento las palabras y no se entera de nada. Qué graciosa, como si ella no se inventara el idioma con sus modismos castizos adaptados.

Algo parecido debió de ocurrirles a los oyentes de la conferencia que dimos Pececilla y yo el otro día en una Universidad. Nuestra querida Pez Ale, la coordinadora, nos había invitado como muestra de la poesía femenina actual. Pececilla y yo llevábamos ya varios años sin compartir elocuencias y nos hizo mucha ilusión. Sin embargo, nuestra sorpresa fue que al entrar en la clase nos encontramos con que los alumnos ¡¡¡eran chinos!!! Por Dios, si no me entiende ni mi madre, ¿cómo lo van a hacer los chinos?

Pues nada, que Ni hao y a agarrar a la cabra por los cuernos que para eso estamos en su año chino.

Pez Ale se había preparado una clase magistral sobre los designios de la poesía desde la posguerra. Pececilla y yo la mirábamos absortas yendo de las miradas impasibles de oriente a su excelente dialéctica occidental. Sin embargo, he de confesar que si Mamá vaca hubiera estado allí habría entendido que "Dios las crea y ellas se juntan". Vaya trío de marcianas.

Los estudiantes eran muy aplicados, frente a ellos sus tablets, aparatos de generación plus ultra y sus traductores. No se les movía una pestaña, ni un gesto y parecían prestar atención. Igual estaban meditando, qué sé yo.

El caso es que llegó nuestro turno. Pececilla leía poemas inéditos, cosa que me puso en situación para medir mi capacidad de entender el tipo de poesía metafórica que hacemos, mientras yo testaba el grado de concentración de los oyentes perplejos. Imagino que les ocurría algo similar a lo que le pasa a mis amigos no literatos cuando asisten a mis recitales."No me entero de mucho, pero me encanta cómo mezclas las palabras y cómo las dices". Vale, aceptamos mi poética como hermoso lugar de ensoñación...

Y si Pececilla emplea un lenguaje elaborado, con imágenes precisas, no digamos yo, la vaca que habla, cuando digo que Astarté sobornaba a sus amantes con el brillo de un orgasmo de platino, o me refiero al erógeno polimatías, o que dormí con el flujo de Platón entre mis manos, o que cayó el pene del autómata, o los clavos de Cristo en el pubis de las esposas rotas o su lengua en el frugal tributo de las vírgenes ensangrentadas de mi poemario La prisión delicada o incluso, venció el galán de alcantarilla con el alfa de su esperma,  o se aferran a mis labios con la devoción de un relicario y me salpican su furor de esperma, o los que empuñan la espada y el falo no lo soportan, o el reclamo surmergíos en este manantial indecoroso de Nocturno insecto. Todo un show al puro estilo Noche en la tierra, donde Begnini, un taxita nocturno por las calles de Roma, provoca el infarto de un vescovo, confesándole sus pericias zoofílicas.

Las tres mosqueteras salimos de clase con la sensación de habernos dado el recital a nosotras mismas. Comentamos que es cierto que una se relaja cuando cree que el otro no le entiende. Podíamos meter la pata, decir lo que nos diera gana sin que la sala se llenara de miradas inquisidoras. Sin embargo... hay algo que me inquieta....¿en qué punto tecnológico estarían sus cacharros cibernéticos? y ¿si nuestra voz era traducida simultáneamente en la pantalla de esos aparatejos? ¿Cómo se dirá "erógeno polimatías" en chino?

Desde entonces no paro de reflexionar sobre los misterios de la traducción, que es un tema que me interesa mucho últimamente..... Y, ¿si les da por consultar mi blog de Cuentos chinos, donde tengo el morro de traducir mis poemas al chino? Con un poco de suerte quizás no logren entenderme y si lo hacen, que lo disfruten....





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